En Latinoamérica, el alfajor es un dulce, que comparte el origen con su
homónimo español desde una golosina tradicional de la gastronomía del Al-Ándalus.
Fue difundido en América durante el período colonial. Los alfajores
son el bocadito clave en eventos y fiestas como matrimonios, cumpleaños, etc.
Es el aperitivo de siempre, el que nos acompaña en cualquier momento y al que
solemos recurrir cuando se nos antoja un dulcecito de tarde. No solo son
deliciosos, sino que también es un dulce rendidor. Los alfajores son un antojito muy popular
hecho a base de manjar o dulce de leche que se coloca entre galletas de
mantequilla a modo de sándwich. Estas galletas tienen su origen en Andalucía,
España, durante la época musulmana de la Península Ibérica y existen en
diferentes versiones en América Latina.
Los árabes
fueron quienes lo llevaron a España cuando
estos tenían el control del sur. Luego con la llegada de los españoles al Perú,
esta receta se fusionó con los ingredientes locales para obtener la receta
actual. El alfajor es muy versátil dentro de su receta misma. Sin embargo, en
nuestro imaginario, predomina el que conocemos que es la masa de maicena y
el manjar blanco o dulce de leche.
El alfajor
es un dulce adoptado por la cocina peruana que junto con el ranfañote
y el turrón han formado el grupo emblemático en
la repostería de nuestro país.
Entre los ingredientes están la harina sin preparar, “maicena”, mantequilla, azúcar
en polvo y manjar blanco.
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